Elegir el hormiguero adecuado es una de las decisiones más importantes para garantizar el bienestar y desarrollo de tu colonia.
Cada especie de hormiga tiene necesidades específicas de humedad, espacio y ventilación, por lo que no todos los modelos sirven para todas.
En esta guía te explicamos cómo elegir el hormiguero perfecto según el tipo de hormiga, el tamaño de la colonia y el nivel de experiencia del cuidador.
1. Primeras Etapas: Reinas y Mini Colonias Durante las primeras semanas tras el vuelo nupcial, la reina no necesita un gran espacio.
En esta etapa, lo mejor es mantenerla en un tubo de ensayo con agua y algodón, que simula las condiciones naturales de una cámara subterránea.
Cuando nazcan las primeras obreras (de 5 a 10), puedes trasladarlas a un mini hormiguero o a un hormiguero de tubo conectado a una caja de forrajeo.
Especies ideales:
Messor barbarus
Pheidole pallidula
Lasius niger
Camponotus micans
Recomendado:
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2. Colonias Pequeñas (de 20 a 100 obreras) En esta etapa, las hormigas necesitan un poco más de espacio para criar larvas, almacenar semillas o alimento, y mantener distintas cámaras.
Un hormiguero de yeso, acrílico o ytong de tamaño pequeño es perfecto.
Debe contar con un sistema de humedad controlada y una caja de forrajeo para depositar restos y comida.
Especies comunes en esta fase:
Messor barbarus (granívoras, necesitan más espacio de forrajeo)
Lasius flavus (prefieren hormigueros muy húmedos y oscuros)
Camponotus cruentatus (requieren más ventilación)
Recomendado:
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3. Colonias Medianas (100 a 500 obreras) Cuando la colonia alcanza este tamaño, la actividad dentro del nido se multiplica.
Es importante ofrecer un hormiguero modular o ampliable, para que la colonia pueda crecer sin necesidad de mudanzas frecuentes.
Los hormigueros de acrílico con cámaras conectadas o los de yeso de doble nivel funcionan muy bien.
Debe haber buena ventilación y una humedad diferenciada: una zona más húmeda para las larvas y otra más seca para el alimento.
Recomendado para:
Messor barbarus
Camponotus cruentatus
Formica rufibarbis
Pheidole pallidula
Recomendado:
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4. Colonias Grandes (más de 500 obreras) Una colonia desarrollada necesita un sistema completo, con espacio para cría, forrajeo y almacenamiento.
Lo ideal son hormigueros modulares de gran tamaño, o sistemas mixtos (yeso + acrílico + caja externa).
Permiten separar secciones por humedad y temperatura, lo que favorece un crecimiento saludable y una mejor limpieza.
Recomendado para:
Messor barbarus (pueden superar fácilmente las 5.000 obreras)
Camponotus micans o C. cruentatus (requieren túneles amplios)
Formica rufibarbis (colonia muy activa)
Recomendado:
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5. Según las Necesidades de Humedad Cada especie tiene requerimientos de humedad distintos.
Usa esta tabla como referencia antes de elegir:
Tipo de especie Nivel de humedad Hormiguero recomendado Granívoras (Messor) Medio Acrílico o ytong con forrajeo seco Subterráneas (Lasius flavus) Alto Yeso o esponja con reserva de agua Tropicales (Pheidole, Odontomachus) Muy alto Acrílico cerrado o gel con ventilación Camponotus Medio Acrílico amplio o de madera tratada
Consejos para Elegir Correctamente
Nunca elijas un hormiguero demasiado grande. Las hormigas se estresan y pueden no usar todo el espacio.
Asegúrate de que el sistema de humedad sea estable. Algunas especies mueren por sequedad en pocas horas.
Añade una caja de forrajeo. Permite alimentar sin abrir el nido.
Si dudas entre dos tamaños, elige el más pequeño y amplía después con módulos.
Usa una tapa translúcida o roja. Las hormigas se sienten seguras y tú podrás observarlas sin molestarlas.
Conclusión Elegir bien el hormiguero es fundamental para el éxito de tu colonia.
Cada especie tiene hábitos diferentes, y adaptar su entorno es la mejor manera de disfrutar de su comportamiento natural.
Recuerda: un hormiguero bien diseñado es una inversión a largo plazo, y garantizará años de observación y aprendizaje.
Puedes ver los modelos que recomiendo justo al lado de cada tipo de colonia, adaptados según especie y tamaño.
